lunes, 18 de enero de 2010

Hermanas religiosas, claman Ayuda para Jacmel

Por Andrés Amaury Bello Cuevas

La Comunidad de Las Misioneras de la Madre Laura tienen como razón de ser el respeto y la dignidad de la vida humana en cada una de sus fases, observando el mundo desde la óptica de los pobres y excluidos, buscando siempre la igualdad, fraternidad, participación y comunidad en la diversidad.

Este es un relato verídico sobre lo que aconteció en la Ciudad de Jacmel, muy cerca del epicentro donde se generó el terremoto que afecto sensiblemente a la empobrecida nación..

Pero vamos a enterarnos en primera persona de lo acontecido en esa ciudad, con la narración de la Hermanas Lauritas, desde las hermana República de Haití.

Jacmel se ha vuelto nada, no tiene ninguna ayuda, no tiene agua, no tiene comida, ni medicamentos. Es necesario hacer algo, sino habrá mas muertos por el hambre, la falta de medios para atender a los heridos.

La situación esta muy complicada pues hasta ahora no han cesado las replicas y los temblores, ya son tres días que no se puede entrar a las casas, todo el mundo esta durmiendo en la calle, es incontable la cantidad de muertos que hay por todo lado, muchas escuelas destruidas y miles de jóvenes niños sepultados.

Y continúan relatando, las calles de Jacmel son desoladoras igual que en Puerto Príncipe, no solo son los muertos sino los heridos la miseria la destrucción de todo el país, se encuentran escombros y partes de gente.

Un hermano de la postulante Claudine quedo sepultado con juntamente con mas de 200 estudiantes en la escuela de la Trinite, hoy encontraron una parte de su cintura y piernas le reconocimos por los documentos que llevaba en el bolsillo, pasamos toda la mañana de ayer esperando que lo sacaran pero entre los 15 que encontraron no estaba.

Al filo de las 4 de la tarde, ya empezaba a oscurecer, y nos quedaba la esperanza, la tristeza es inmensísima, esto es muy fuerte, hemos vivido muchos huracanes. pero nunca algo como esto, nos preguntan, nos preguntamos también con lagrimas… por que Haití, por que cuando mas pobre esta este pueblo, mas abandonado, nos llega esto.

El día del terremoto estamos separadas consuelo y Lina en la ciudad y les toco el terremoto en una casa de tres pisos, aun no podemos saber como salieron bajo los escombros con vida.

Agathe y Martha en casa, con todo quebrado y mucha angustia, finalmente nos reunimos por la noche, cuando lograron llegar por la montaña con el Papa de Jove, que estaba hospitalizado y el hospital se derrumbó.

Todos los heridos en la calle tirados, y llevábamos una niña en el carro, la encontramos con las piernas fracturadas, el dolor mas grande fue llegar al hospital para dejarle allí, trajimos al papa de Jove a casa y murió al amanecer, toda la noche, la tierra temblaba cada dos minutos, la angustia es total, casi depresiva, en la ciudad no hay ni luz ni agua ni comida.

Las madres esperando con una sabana en la mano, para recibir lo que encuentren de sus hijos.

Cuando estábamos en el entierro del papa de Jove apareció Brank como un ángel, para darnos la paz, pues pensamos que estaba muerto, no sabíamos nada desde hace dos días, y la casa se derrumbo del todo, el esta bien con algunas heridas y llego caminando desde Puerto Príncipe, gracias a Dios.

Wynda había subido a Arreguy el día anterior, y estaba aquí con nosotros. Cada momento estamos recibiendo heridos, la hermana Olga esta en Puerto Príncipe pues tenia una reunión allí, aun no tenemos comunicación ni siquiera local solo nos queda este medio que aun no ha colapsado, aun en el momento cuando les estamos escribiendo, la tierra ha temblado de nuevo, y hemos tenido que salir un momento, estamos nerviosas pero no perderemos la esperanza-

Si Dios nos regalo la oportunidad de vivir de nuevo, debemos ser fuertes y hacer todo lo que este a nuestro alcance.

Hay amenaza de lluvia, el cielo esta nublado y con mucha brisa, sabemos que las familias de las novicias haitianas están bien, los que están aquí cerca, pero ellos no saben de los demás que estaban en la ciudad.

El reto mas grande es la esperanza, y la responsabilidad con la gente, pues cada vez son mas los que llegan como viendo una salvación y nosotras tratamos de mantenernos en pie, hay una sensación de mareo en todos, es como si aun se moviera todo sin parar, cualquier ruido es pánico pero en medio de todo damos gracias a Dios que estamos bien y la gente de la misión también,

Por ahora la incertidumbre es total pues no se sabe cuando terminara, cuando pensamos que ya se acaba entonces la tierra se mueve de nuevo, nadie ha podido dormir, la gente esta por cientos en la calle, y lugares abiertos, nosotros también pero aquí seguiremos juntos aunque el dolor parece derrumbarnos ahora.

Les agradecemos el apoyo, sus oraciones, sus palabras, haremos lo que podamos hasta nuestras ultimas fuerzas, mucha gente con posibilidades esta tratando de salir, nuestra gente no puede hacer lo mismo, aquí permaneceremos con ellos, Dios les pague todo el cariño y la solidaridad con nosotras y nuestro querido pueblo de Haití-

Tenemos la certeza de que como cada año, cuando les azota el huracán, al amanecer se levantan para recomenzar, así lo harán pues están hechos con una fuerza casi invencible, es un duelo total, no se escucha nada, todo esta en silencio, pero Dios hablara en ese silencio, esperamos en EL ,el dueño de cielos y tierra.

Les queremos mucho, les enviamos muchos abrazos a cada uno y a nuestras familias.

Nota seguiremos escribiendo hasta cuando pronto termine el galón de gasolina que queda para tener esta comunicación, aunque esperamos se reparen pronto las líneas telefónicas.


Hermanas Lauritas de Haití.

He querido hacerle llegar este mensaje que recibí de las Misioneras de la Madre Laura de Rep. Dominicana, a través de Sor Melanie kinzenze, a quien conocí en el día de hoy mientras realizaba trabajos que atañen a mis funciones como Coordinador Técnico de la Asociación de Municipios de la Región Ozama ASOMUREO de la Federación Dominicana de Municipios FEDOMU, en un recorrido que abarco el Distrito Municipal de Hato Viejo, cerca del Colegio donde imparte docencia.

Para comunicarse con las hermanas Lauritas en Jacmel, escriba a lauritashaiti@yahoo.com, ya que es el único medio de que disponen para establecer contacto con el exterior, siempre y cuando hayan podido reabastecer de gasolina la planta que le proporciona energía al computador.

Ayudemos a la ciudad de Jacmel, póngase en contacto con las hermanas Lauritas, ellas le darán más información sobre la situación imperante en estos momentos, en la vecina República de Haití

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