Por Reynaldo Peguero
El uso del suelo es una de las principales categorías que estudia el nuevo Plan Estratégico hacia el año 2020 que se efectúa en Santiago. Este concepto integra la sociología urbana, la geografía humana, la ecología y la urbanística en una "transdisciplina" que algunos identifican como Coranomía.
En el caso de esta ciudad, el uso del suelo fue analizado en ocasión del 1er. plan estratégico al 2010, en 6 grandes componentes, 35 variables territoriales y 27 indicadores críticos.
Realizar un diagnóstico espacial-territorial es aproximarse a la composición de la ocupación y al uso del suelo de tipo residencial, industrial, comercial y el patrimonio arquitectónico.
Es analizar movilidad, tránsito y vialidad. Es valorar servicios y mercado de la vivienda, así como el tipo de equipamiento colocado en el espacio urbano. Es arquear sus grandes factores causales, las fortalezas, debilidades y desafíos.
La ciudad es la proyección de la sociedad y la economía en el espacio, y este es un punto esencial para entender cómo se usa el suelo en Santiago, y muy en especial la localización de la industria y la producción. Para diseñar un buen trazado vial, y pretender "direccionalizar" el crecimiento urbano, debe estudiarse cómo se implanta la economía en la ciudad.
La ciudad es la proyección de la sociedad y la economía en el espacio, y este es un punto esencial para entender cómo se usa el suelo en Santiago, y muy en especial la localización de la industria y la producción. Para diseñar un buen trazado vial, y pretender "direccionalizar" el crecimiento urbano, debe estudiarse cómo se implanta la economía en la ciudad.
A manera de perfil borrador podemos afirmar que Santiago como ciudad, tiene una implantación disgregada de sus diversos núcleos productivos, observándose una elevada heterogeneidad de la implantación industrial entre barrios como los ensanches Bermúdez y Espaillat (noroeste) que concentran más de 25 fábricas e industrias; y Gurabo y Villa Progreso con 11 fábricas. Al este de la ciudad han surgido como territorios de localización de industrias, Canabacoa y Puñal, que concentran empresas textiles y productos alimenticios. Se destaca la ubicación de nuevos puntos productivos en La Herradura a nivel tecnológico y de medianas empresas.
A esta localización espacial de la industria se superpone la implantación del intercambio y comercio de mercancías.
A esta localización espacial de la industria se superpone la implantación del intercambio y comercio de mercancías.
En los pasados seis años el eje sureste-noroeste de la ciudad se ha repletado de cadenas de distribución de alimentos, productos del agro, bienes y servicios.
Sólo en Cienfuegos, sin considerar Monte Rico, El Semillero y otros barrios menores de su entorno, hay 996 comercios que sirven a más de 50 mil habitantes. En Pekín sin sumar Los Jazmines, ni Arroyo Hondo, sobrepasan ya los 25 mil pobladores con una acumulación de comercios de 453 unidades.
Destacan además en este eje urbano los Supermercados Jumbo, el centro comercial Colinas Mall, los Supermercados Pola y La Sirena, El Nacional, Price-Smart y Plaza Internacional entre otros.
Esta cantidad de comercios le dan a Santiago un atributo de centralidad y un peso específico al momento de invertir y generar nuevos capitales.
Es de matemática primaria y pura lógica elemental que a esta franja industrial y comercial que atraviesa de sureste a noroeste toda ciudad, se le superpone un eje vial que asegure el abastecimiento integral de materias primas a ser transformadas, así como de productos generados localmente o importada que son intercambiados en el territorio.
Es de matemática primaria y pura lógica elemental que a esta franja industrial y comercial que atraviesa de sureste a noroeste toda ciudad, se le superpone un eje vial que asegure el abastecimiento integral de materias primas a ser transformadas, así como de productos generados localmente o importada que son intercambiados en el territorio.
En consecuencia, el origen y destino de viajes de productos y servicios comerciales en Santiago, imponen una exigencia a su sistema vial que debe ser tomada en cuenta.
Entonces surge la pregunta: ¿Qué característica de trazado y direccionalidad tiene y debe considerar el sistema vial de Santiago para facilitar esta producción y distribución ampliada de mercancías?. Eso lo analizaremos en una próxima entrega.
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