Honorable Señor Presidente de la Asamblea Nacional
Reinaldo Pared Pérez,
Señor Ex-Presidente
Dr. Leonel Fernández,
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Honduras,
Don Porfirio Lobo Sosa;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Haití,
Don Michel Martelly;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Panamá,
Don Ricardo Martinelli;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Colombia,
Don Juan Manuel Santos;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Surinam,
Don Desire Delano Bouterse;
Su Alteza Real Príncipe de Asturias,
Felipe de Borbón;
Excelentísimo Señor Primer Ministro de la República de Haití
Don Laurent Lamothe
Excelentísimo Señor Primer Ministro de Curazao
Don Gerrit Francisco Schotte
Honorable Señor Vicepresidente de la República Taiwán,
Dr. Wu Den Yih;
Honorable Señora Primera Vicepresidenta de la República de Perú,
Marisol Espinoza Cruz;
Honorable Señor Vicepresidente de la República Costa Rica,
Don Alfio Piva Mesén
Honorable Señor Vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba,
Don Esteban Lazo Hernández
Honorable Señora Vice Primer Ministra de Georgia,
Eka Tkeshelashvili
Honorable Señor Gobernador de Puerto Rico,
Don Luís Fortuño;
Excelentísimo Señor Secretario General de la Organización de Estados Americanos,
Don José Miguel Insulza;
Excelentísimo Señor Secretario General Iberoamericano,
Don Enrique Iglesias;
Honorable Señor Secretario General de la Integración Centroamericana,
Dr. Juan Daniel Alemán;
Su Excelencia Reverendísima Arzobispo Luigi Blanco
Enviado Extraordinario en Misión Especial de Su Santidad Benedicto XVI;
Su Excelencia Reverendísima, Monseñor Joseph Wenseslowsky;
Nuncio Apostólico de su Santidad;
Excelentísimos Señores y Señoras Jefes de las Misiones Especiales y de Organismos Internacionales;
Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular acreditados en el país.
Invitados Especiales
Excelentísima Señora Vicepresidenta de la República,
Dra. Margarita Cedeño de Fernández;
Su Eminencia Reverendísima Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez;
Honorable Señor Presidente de la Suprema Corte de Justicia,
Dr. Mariano Germán Mejía;
Honorable Señor Presidente del Tribunal Constitucional,
Dr. Milton Ray Guevara;
Honorable Señor Presidente de la Junta Central Electoral,
Dr. Roberto Rosario Márquez;
Honorable Señor Presidente del Tribunal Superior Electoral
Dr. Mariano Rodríguez
Honorable Señora Presidenta de la Cámara de Cuentas,
Licelott Marte de Barrios;
Honorable Señor Presidente de la Cámara de Diputados y Vicepresidente de la Asamblea Nacional,
Lic. Abel Martínez Durán
Honorables Señores Senadores y Diputados,
Miembros de la Asamblea Nacional.
Excelentísima Señora Primera Dama de la República,
Cándida Montilla de Medina;
Mi Padre, Don
Juan Pablo Medina
Altos Funcionarios
Civiles y Militares,
Señoras y
Señores:
Estoy aquí, de pie,
ante Dios, ante mi pueblo, ante los representantes de la democracia dominicana
y ante la comunidad internacional para decirles que no puedo imaginar un mayor
honor que haber sido elegido presidente de mi país.
Y para decirles,
también, que no hay compromiso más trascendente para un hombre público que el
de jurar defender y dignificar su patria y su gente, bajo cualquier
circunstancia, ante cualquier desafío.
Por eso, con el
corazón lleno de júbilo y el alma llena de coraje y firmeza, que me comprometo
a entregar lo mejor de mí para lograr el mayor bienestar para mi pueblo y la
mayor grandeza de mi Patria.
Hoy, más que nunca,
dejo de pensar y sentir como un individuo para pensar y sentir como un
colectivo.
Hoy, cambio mi alma
de individuo por el alma colectiva de mi pueblo; hago de mi cuerpo una
extensión del cuerpo de la República y siento en mi sangre su energía vibrante,
indivisible e indestructible.
Por eso es
importante primero inclinarme humildemente, agradecido ante Dios.
Pedirle que me
mantenga siempre en el camino de la justicia, del amor, de la humildad, de la
compasión y del equilibrio.
Pedirle que nunca me
deje llevar por la soberbia, el odio, la frialdad, la insensibilidad, la
vanidad, la arrogancia y la prepotencia.
Agradecer, también,
a mis padres, a mi esposa y mis hijas, porque ellos supieron comprender y
acompañar los sueños y las luchas de este servidor.
Agradecer a mi
partido, que creyó en mí, me acompañó y trabajó sin descanso para que yo
estuviera aquí.
Agradecer también a
los partidos aliados y el Sector Externo.
Y, por supuesto, mi
agradecimiento es infinito hacia mi pueblo querido, que creyó en mi mensaje, me
acompañó por las calles y, finalmente, me eligió como presidente de todos,
absolutamente de todos los dominicanos y dominicanas.
A todos les digo,
bien alto y bien fuerte, para que se escuche: Me entregaré por entero,
trabajaré sin descanso, seré un presidente de todas las horas, seré un servidor
de ustedes en cuerpo y en alma.
Quiero que mis
primeras palabras sean estas:
¡Lograremos, sin
miedo y sin descanso, lo que soñamos!
Superaremos las
dificultades que se presenten. Haremos una República Dominicana más grande y
más respetada en el mundo.
¡Seremos una nación
más unida!
¡Entregaremos a
nuestros hijos un país aún mejor que el que nosotros hemos recibido!
El amor a la Patria,
que late en todos nuestros corazones, lo transformaremos en el amor de los
Hechos.
Dominicanos y
Dominicanas:
¡Ha llegado el
momento!
¡Manos a la obra!
¡Manos a la obra,
sin descanso, sin mezquindades y sin reservas!
Yo sé que este es el
sueño íntimo e insobornable de todos los dominicanos; tanto de los que me
honraron con su voto, como de aquellos que eligieron otras opciones.
Así que,
compatriotas, tenemos el éxito asegurado porque todos estaremos unidos en esta
tarea.
Esta es una hora
solemne, porque la transición pacífica de un Presidente a otro, ambos electos
por la voluntad popular libremente expresada, es una conquista de nuestro
pueblo.
Hoy renovamos esa
conquista, reconocida por todos los sectores de nuestra sociedad y por la
comunidad internacional, ante la más calificada representación de nuestra ciudadanía,
reunida en esta Asamblea Nacional.
Esto constituye una
inequívoca manifestación de la madurez democrática alcanzada y de nuestra
convicción de que la soberanía reside en el pueblo.
Solo la voluntad
popular ha de instaurar regímenes y gobernantes legítimos en el suelo de
nuestra patria. Pero nada surge de la nada.
Tenemos sólidas
bases arraigadas en lo más profundo de nuestra historia. El 16 de agosto del
año 1863, con el acto que conocemos como el Grito de Capotillo, patriotas
constituidos en un ejército con limitados medios, descrito como harapiento por
Pedro Bonó dieron inicio a la épica jornada de la Guerra de La Restauración.
Una lucha, que el
profesor Juan Bosch calificó como “la página más notable de la historia
dominicana”, y que culminó en 1865, con el retiro de las autoridades coloniales
de la isla, restableciendo nuestra independencia. Ellos son los padres de
nuestra democracia, porque sin independencia y libertad no existe nada.
Sin independencia no
hay Patria.
Hemos conocido el
salvajismo de la tiranía y la pesadilla de la represión.
Hemos mordido el
fruto amargo de la opresión, que nos privó de todos los derechos, de todos los
bienes, de todas las ilusiones y de todas las esperanzas.
Pero, cada vez que
el porvenir de la República, o de nuestro pueblo, se ha visto ensombrecido, el
Grito de Capotillo ha vuelto a resucitar.
Gracias a Dios ya no
tenemos más caudillos, ni patrones, ni amos. Tenemos, una República Dominicana
refundada sobre bases más sólidas y un pueblo maduro, con líderes políticos que
han sabido construir más y más democracia.
En esta solemne
ocasión, permítanme rendir algunos homenajes de admiración y respeto:
Como no podía ser de
otro modo, hoy quiero pronunciar en alto el nombre de quien fue nuestro
maestro: Juan Bosch.
Líder e inspiración
fundamental de nuestra democracia contemporánea, paradigma de liderazgo ético y
moral, luchador incansable por liberar a nuestra patria del atraso, la miseria
y la desigualdad social.
La Historia de los
pueblos y de las naciones se construye con grandes ejemplos. Seres humanos que
sobrevuelan la realidad con una mirada única para desbordarse en pensamiento,
acción y entrega. Juan Bosch, mi maestro y el de muchos dominicanos y
dominicanas, es sin duda, uno de ellos.
Don Juan: usted ya
no es un nombre en la historia dominicana. Es el aire, el agua y la tierra de
la patria.
Quiero que sepa que
sus esfuerzos no han sido en vano y que este su discípulo será un gobernante
digno de su memoria.
A través de Don
Juan, reconozco y rindo homenaje también a todos los líderes de nuestra
historia, antigua y reciente, que han aportado sus luchas, esfuerzos y
sacrificios, para fortalecer la conciencia ciudadana, la organización y
participación social.
Aquellos, que con
sacrificio han luchado por la defensa de nuestra soberanía, y la conquista de
los derechos y libertades públicas, que hoy disfrutamos. La memoria y el
ejemplo de los héroes y mártires de nuestras conquistas democráticas, estarán
siempre presentes en nuestros actos de gobierno.
Y entre esos líderes,
no puedo dejar de destacar, especialmente, a nuestro Presidente saliente, Dr.
Leonel Fernández.
Nosotros
cosecharemos su siembra, porque grandes han sido los avances alcanzados,
compañero Leonel, bajo su mandato, grandes reformas y transformaciones se han
realizado. Sobre esas bases construiremos.
Ahora, nuestro deber
es mirar hacia adelante, encontrar nuevos caminos, fortalecer lo que nos deja
de positivo su gestión, enmendar lo que aún no está bien y, sobre todo, asumir
con audacia los desafíos, es decir, hacer lo que nunca se ha hecho.
Señoras y Señores,
Yo no hice una
campaña electoral vacía, no vine aquí movido por el ansia de poder, sino por el
compromiso inquebrantable de servirle a mí pueblo.
Por eso, aproveché
la campaña electoral para poner en el debate nacional los temas clave para el
crecimiento del país.
Recorrí varias veces
el territorio nacional para transmitir mi propuesta programática, casa por
casa, para decirles exactamente lo que haría como Presidente. Ustedes abrieron
de par en par las puertas de sus casas para escucharme.
Los convoqué como
candidato, y ahora los convoco como presidente, para que luchemos por cosas muy
concretas:
- Para disminuir, de
forma contundente e irreversible, la pobreza absoluta en nuestro país.
- Para acabar con el
analfabetismo.
- Para disminuir la
desigualdad entre las personas y las regiones.
- Para implantar un
nuevo modelo de desarrollo, que tenga como base, más oportunidades, más
innovación, menos burocracia y más defensa ambiental.
- Para mejorar nuestra
educación, nuestra salud y nuestra seguridad ciudadana.
- Para construir un
país más moderno, libre, justo e independiente, con democracia plena, con
instituciones sólidas, defensa de los derechos humanos y absoluta libertad de
expresión.
- Para construir un
país ético y transparente, basado en la meritocracia y en el combate implacable
y vigoroso, a todas las formas de impunidad.
Ese es el noble
apretón de manos que compartí con todos los dominicanos y dominicanas.
Ese es el compromiso
que hoy juro solemnemente honrar durante los próximos 4 años.
Se lo dije muchas
veces: Juntos comenzamos a construir este sueño que parecía imposible, y
juntos, desde hoy y durante los próximos cuatro años, vamos a hacerlo
realidad.
Sepan, estén seguros
hoy, en el solemne día en que soy ungido presidente, que trabajaré
incansablemente para cumplir y hacer cumplir mi propuesta programática.
Aquello que les dije
en las calles es lo que haré desde mi primer día en el Palacio Nacional. Tienen
mi palabra de que así será.
Dominicanos y
Dominicanas; Honorables Miembros de la Asamblea Nacional,
Al juramentarme como
Presidente, soy consciente de las dificultades y riesgos, que vive actualmente
nuestro planeta. Sé que la situación económica nacional e internacional amerita
grandes esfuerzos de cambio; que la ciudadanía está impaciente, por los
beneficios que la democracia, no siempre, ha sido capaz de hacerles conocer y
disfrutar.
Pero también,
sabemos del enorme potencial de nuestro país. Conozco de lo que somos capaces.
Sé bien, que no hay obstáculo que no pueda ser superado cuando nos unimos y
empujamos juntos una agenda común. Podemos ser alegremente optimistas.
Hoy, como
Presidente, les convoco a trabajar juntos, todos y todas, sin exclusión alguna,
de índole política, religiosa, étnica o social, para sentar las bases de un
nuevo modelo de desarrollo que nos asegure que continuará creciendo la
prosperidad, al mismo tiempo que se reducen las desigualdades, la pobreza, la
exclusión social y mejora de la calidad de vida de toda la ciudadanía.
Los invito a
trabajar juntos para continuar lo que está bien, corregir lo que está mal, y
sobre todo para atrevernos a hacer lo que nunca se ha hecho.
Hoy tenemos los
instrumentos para lograrlo:
Por un lado, la
Constitución de la República, proclamada en enero del 2010, un marco común,
actualizado, que nos define como un Estado Social y de Derecho.
Por el otro, la
Estrategia Nacional de Desarrollo, cuyo horizonte temporal es el año 2030.
En ella tenemos una
perspectiva de mediano y largo plazo para actuar en el presente. Con metas
claras y consensuadas, con lineamientos estratégicos, que enmarcan la gestión
pública y privada.
Afirmo entonces que,
arropado por nuestra Carta Magna y por la Estrategia Nacional de Desarrollo,
nuestro Programa de Gobierno será la hoja de ruta, que nos guiará por los
próximos 4 años, que nos encaminará a hacer realidad la visión de país que
hemos consensuado y que fue refrendada por el voto de nuestro pueblo.
Amigos y Amigas,
La experiencia
contemporánea muestra que los países cuya economía ha crecido de forma más
rápida, justa y equilibrada, fueron aquellos que probaron que la mejor política
de desarrollo es el combate frontal contra la pobreza, ampliando, fortaleciendo
y defendiendo el nivel de vida de las clases medias.
Nuestra principal
prioridad será, por un lado, disminuir considerablemente la pobreza absoluta en
nuestro país. Y por otro, disminuir la gran desigualdad social.
Y lo haremos. porque
incorporar los más necesitados a la economía y a las políticas públicas, como
también, incrementar y defender a las clases medias, no es solo algo moralmente
correcto. Es, también, políticamente indispensable y económicamente
acertado.
En este solemne
momento en que asumo mi responsabilidad como Presidente de todos los
dominicanos y dominicanas, llamo a todos los sectores de nuestra sociedad a
concertar un Gran Pacto Social para que en los próximos 4 años logremos sacar
de la pobreza a un millón y medio de personas y engrosar las clases medias,
para generar 400,000 nuevos puestos de trabajo dignos y mantener un
crecimiento del PIB de, por lo menos, 4.5% promedio anual.
Este Pacto Social
deberá sustentarse, a su vez, en por lo menos tres pactos específicos, dando
cumplimiento a lo establecido en la Estrategia Nacional de Desarrollo:
- En primer lugar,
un Pacto fiscal.
- En segundo lugar,
un Pacto por la educación, para hacer posible un sistema educativo incluyente y
con calidad.
-Y, en tercer lugar,
un Pacto por la electricidad, que facilite una reforma integral en el sector y
la superación de la tragedia de deficiencias, que afecta nuestra economía y la
calidad de vida de nuestras familias.
Amigos y Amigas,
Sin educación, no
hay verdadera libertad.
Sin un servicio
eléctrico continuo, eficiente y de calidad no hay competitividad productiva y
nuestras posibilidades de crecimiento se ven seriamente comprometidas. Y sin un
sistema tributario justo, transparente y sostenible no podremos alcanzar
nuestros planes de desarrollo y justicia social.
Por tanto, pueden
ustedes ver con claridad, que hemos venido a tomar con decisión los temas
fundamentales de nuestra querida Patria.
A nombrarlos con
todas las letras y a trabajar decidida e incansablemente para resolverlos.
¡Tienen mi palabra de que así será!
Me propongo a
convocar, durante mis primeras semanas de gobierno, a todos los sectores
nacionales para que, juntos, acordemos soluciones definitivas a los problemas
que vienen deteriorando la calidad de vida y limitando nuestro potencial de
desarrollo e inclusión social.
Con este loable fin,
reactivaremos el Consejo Económico y Social y convocaremos a todos los sectores
interesados de la sociedad a participar activamente en este gran esfuerzo de
concertación. Sin embargo, no haremos una convocatoria como ésta, sin antes dar
ejemplos ante toda la sociedad.
Queremos
entusiasmar, queremos motivar, queremos comprometer a todos los sectores y eso
sólo será posible si mostramos decisión y voluntad de cambio sobre las
prácticas del Estado.
En la familia, en
las relaciones humanas y en la política el ejemplo es el acta de fe
fundamental.
Yo que siempre he
sido un jefe de familia amantísimo, pero exigente, seré un jefe de estado
firme, austero, pero amoroso.
Amoroso con los
buenos, los honestos y los humildes.
Implacable con los
deshonestos, los oportunistas, y los soberbios.
Yo les aseguro, que
desde la Presidencia de la República, garantizaremos la transparencia,
elevaremos la calidad del gasto público y avanzaremos firmemente, hacia una
gestión pública austera, cada vez más profesional y efectiva.
Pactaremos con la
sociedad, una reforma fiscal integral, que asegure elevar la calidad del gasto
y, a la vez, garantice la disponibilidad de recursos, para impulsar las tareas
del desarrollo.
No hay misterios en
estas cuestiones.
Vuelvo a repetir: el
ejemplo organiza la energía social y activa el compromiso de los ciudadanos. El
ejemplo consolida la íntima conciencia social y alerta a los deshonestos y
venales de que no existen actos sin consecuencias.
Nuestro gobierno
será intolerante con actos de deshonestidad o de despilfarro de los recursos.
Fortaleceremos los instrumentos institucionales para su prevención, corrección
y sanción.
Desarrollaremos un
sistema de consecuencias que reconozca a quienes cumplan meritoriamente con sus
deberes, pero que sancione de manera ejemplar a quienes puedan traicionar la
confianza de la ciudadanía en el manejo de fondos públicos.
Aplicaremos un
enfoque integral y aseguraremos una gestión coherente y claramente
direccionada, que articule las políticas sociales y las económicas, con una
gestión pública eficiente, transparente y honesta.
Amigos y Amigas,
Lo dije durante la
campaña:
Yo quiero cambiar el rostro de los dominicanos y dominicanas.
Yo quiero pintar una
sonrisa de felicidad, surgida desde lo más profundo de sus corazones.
Por eso, voy a
gobernar para nuestra gente, con el oído siempre puesto en el corazón del
pueblo, y colocando a las personas en el centro de todas las políticas.
Porque solo así
vamos a romper el círculo vicioso entre pobreza y subdesarrollo.
Sólo así vamos a
iniciar un círculo virtuoso, de mayor desarrollo de las capacidades, de equidad
social, de crecimiento económico y sobre todo, y más importante, un círculo
virtuoso de felicidad para nuestro pueblo.
Para garantizar este
objetivo reestructuremos el Gabinete Social como espacio de Coordinación de
todas las políticas y programas sociales del gobierno, que serán una prioridad
en nuestra gestión.
Por otra parte,
reorganizaremos al conjunto de dependencias públicas, que ejecutan iniciativas
de protección y asistencia social para reducir solapamientos y duplicaciones, y
para asegurar un mayor impacto y direccionalidad.
Bajo esta dirección,
articularemos 3 poderosas iniciativas, destinadas a lograr resultados de
impacto:
En primer lugar, el
Programa Solidaridad, de transferencias condicionadas y focalizadas, será
fortalecido. Incluiremos al menos 200,000 nuevas familias en el Programa
Solidaridad, en nuestro periodo de gobierno.
A este programa,
uniremos la exitosa estrategia Progresando, desarrollada bajo el liderazgo de
la ahora Vicepresidenta de la República, Dra. Margarita Cedeño de Fernández, y
ambas, las articularemos con las políticas activas de empleo y con las
estrategias y proyectos de desarrollo local.
Además, quiero
anunciar aquí la creación de una nueva iniciativa:
El programa
Quisqueya sin Miseria, que inicialmente pondrá especial énfasis en las
poblaciones más vulnerables, con los propósitos de reducir la pobreza y las
desigualdades sociales, promover y defender la economía familiar y contribuir a
la seguridad alimentaria y nutricional del país.
El programa
Quisqueya sin Miseria promoverá y fortalecerá, tanto la organización en
asociaciones y cooperativas, como las alianzas con otros sectores de la
economía; en particular, con el turismo y las pequeñas y medianas empresas
industriales; al mismo tiempo que fomentará la defensa y conservación de la
naturaleza.
Sus estrategias de
trabajo se basarán en la coordinación de esfuerzos de múltiples ministerios y
órganos del Estado, con iniciativas del sector privado empresarial y de
organizaciones sociales.
Invito a todos y
todas a impulsar el desarrollo de una clase media del campo. Vamos a hacer de
nuestro sector agropecuario, un motor de desarrollo. Vamos a hacer de la
Solidaridad, una gran fuerza productiva.
Así pues, la
iniciativa Progresando, junto al programa Solidaridad y el programa Quisqueya
sin Miseria, conformarán tres ejes fundamentales de nuestra estrategia, para
reducir la pobreza y la desigualdad social.
Son programas que,
además de dotar a los beneficiarios de subsidios de servicios de salud, de
educación, de mejoras en sus viviendas y en sus comunidades persiguen el
desarrollo de capacidades para salir del círculo vicioso de la pobreza.
Nuestro propósito es
que las familias reciban la solidaridad de la sociedad y del Estado y, de esa
forma, desarrollen sus potencialidades y aprovechen las oportunidades para
incorporarse al mercado laboral.
Señoras y Señores,
Una de nuestras
primeras acciones de gobierno será declarar la eliminación del analfabetismo
como alta prioridad nacional.
Tenemos que sentir
como una ofensa nacional, social y personal, que existan hermanos y hermanas
esclavizados por la ignorancia.
Estamos recibiendo
el apoyo técnico de la UNESCO y de países hermanos, que han realizado con éxito
esfuerzos similares. El próximo 8 de septiembre, Día Mundial por la
alfabetización, presentaremos al país el Plan para una gran movilización
nacional, un esfuerzo conjunto del Estado y de la sociedad, con el que queremos
lograr que, en dos años, el 8 de septiembre del 2014, nuestro país pueda ser
declarado y reconocido internacionalmente por la UNESCO, como territorio libre
de analfabetismo.
Desde este momento,
invitamos a todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, a ser protagonistas
de esta hermosa epopeya.
Organizaremos y
capacitaremos legiones de servidores públicos y de voluntarios, que llegarán al
último rincón de la patria para apoyar a nuestros hermanos y hermanas.
¡Vamos Compatriotas,
que nadie se quede rezagado!
¡Llevemos el amor y
la esperanza hechos letras a más de 700,000 dominicanos y dominicanas, que nos
están esperando! ¡Será una victoria que recordaremos para siempre! ¡La
educación es el nuevo nombre de la libertad!
La educación
transmite, no solo conocimientos, sino también, una cultura, una forma de
pensar y de comprender al mundo. Es la verdadera llave del desarrollo.
Por eso, haremos de
la educación y de la generación de puestos de trabajo dignos, los ejes
fundamentales de las políticas sociales y económicas del gobierno.
Hemos asumido y
cumpliremos el compromiso de destinar el 4% del PIB para la educación
preuniversitaria. Será un esfuerzo sin precedentes en nuestra
historia, que conllevará necesariamente un fuerte reordenamiento de las
prioridades y la calidad del gasto público.
Que nadie abrigue la
menor duda: Honraremos nuestro compromiso.
A partir del 2013,
la República Dominicana invertirá anualmente el 4% del PIB, para construir un
sistema educativo incluyente, con calidad, orientado a la construcción de una
ciudadanía solidaria y a la creación de empleos, como lo ha demandado nuestra
sociedad, y como es necesario para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo.
Queremos y
trabajaremos para construir una fuerte alianza entre el Gobierno, el empresariado,
y las organizaciones sociales, para hacer realidad esta meta y desarrollar un
nuevo modelo educativo, que nos permita avanzar hacia una sociedad más
equitativa y solidaria, una economía próspera, y una vida en armonía con el
resto de la naturaleza.
Hemos diseñado,
antes de tomar posesión, los lineamientos de inversión en el sistema educativo
para los próximos 4 años, que presentaremos a la sociedad en el marco de las
conversaciones para el Pacto Social, antes señalado.
Yo tengo fe en los
niños y en los jóvenes de República Dominicana. Ellos pueden aprender y crecer
en el conocimiento. No podemos condenar a generaciones futuras a la ignorancia,
o a una pobre formación. No me cansaré de repetirlo: La educación es el otro
nombre de la libertad.
Pero también, hay
que decir su reverso, para que suene con más crudeza y nos sacuda: La
ignorancia es el otro nombre de la servidumbre social y humana. Por eso digo,
la educación es un llamado del corazón.
La fuerza, el empuje
y la determinación que da el amor, es lo que hará que, todos unidos y
solidarios, triunfemos en esta batalla contra la ignorancia y la formación
deficiente.
En las próximas
semanas, iniciaremos la reestructuración del Ministerio de Educación,
para descentralizar funciones, que no son el centro de su misión, tales como la
construcción de edificaciones, la alimentación y la protección social. Y para
desconcentrar la gestión, acercando las decisiones y los recursos hacia los
centros escolares.
La adjudicación de
las aulas escolares se hará con total transparencia y estricto apego a la
normativa, en materia de compras y contrataciones. Se promoverá la
participación de constructores establecidos en los municipios, provincias y
regiones, donde se construyan estas obras.
Igualmente,
propiciaremos, siempre que sea posible, la participación de la pequeña y
mediana producción local, en los programas de alimentación escolar, y en el
suministro de bienes a los centros escolares, para que aporten al
fortalecimiento del desarrollo local.
Estamos comprometidos
a avanzar, desde hoy, en el cumplimiento y ampliación de la jornada escolar.
En el primer año de
gobierno, construiremos 10,000 nuevas aulas, y en 4 años, llegaremos al menos a
18,000.
Desde el año escolar
que está por comenzar, ampliaremos el número de escuelas con jornada extendida
y, para el 2016, por lo menos el 80% de nuestros estudiantes de ciclo inicial y
básico, estarán incorporados en jornadas de 8 horas, con un currículo
enriquecido, maestros más calificados y ambientes educativos dignos y con los
recursos necesarios para un buen aprendizaje.
Iniciaremos a partir
de las experiencias preliminares, los procesos de certificación de los
educadores, a fin de fortalecer la carrera docente y para elevar la valoración
social de nuestro magisterio.
Queridas
Dominicanas,
Ustedes, mujeres de
nuestra Patria, saben bien que tengo un inmenso agradecimiento en mi corazón y
un compromiso inquebrantable. Lo saben, especialmente aquellas dominicanas, que
más necesitan del apoyo del Estado, las madres solteras, las desempleadas, las
que menos tienen. Ese compromiso, pueden estar seguras, será cumplido.
Y por eso, a partir
del año escolar que se inicia ampliaremos la cobertura de la educación inicial,
y desarrollaremos un sistema de estancias infantiles institucionales y
comunitarias con escuelas para padres y madres, destinadas a promover su
formación e incorporación en el mercado de trabajo.
Nuestras madres
solteras no estarán solas, nuestras familias más humildes, no estarán
desamparadas. Y nuestras próximas generaciones romperán la cadena de la
pobreza, gracias a la educación.
En las próximas
semanas, daremos inicio a la reestructuración y al desarrollo de un Sistema
Nacional de Formación Técnico Profesional, para fortalecer la empleabilidad,
con especial énfasis en los jóvenes y las mujeres.
Queremos que nuestro
sistema educativo, sea un nivelador social, no un reproductor de las
desigualdades. Ese, será el eje central de la transformación económica y
social, que necesitamos y lograremos en los próximos 4 años.
Señoras y Señores,
Otro eje central de
nuestra política será garantizar el derecho a la salud de calidad para todos
los dominicanos y dominicanas. No podemos permitir que este derecho
constitucional siga siendo un lujo para muchas familias. No vamos a tolerar que
la salud sea una cuestión de poder adquisitivo.
Por eso, pondremos
en marcha un paquete de medidas destinadas a eliminar toda desigualdad en este
ámbito.
En primer lugar,
vamos a redoblar los esfuerzos por el desarrollo del Sistema de Seguridad Social.
Garantizamos que
toda familia empobrecida, será incorporada al Seguro Familiar de Salud, antes
de concluir el 2015.
Esto significa
incorporar un millón trescientos mil (1,300,000) dominicanos y dominicanas de
escasos recursos al régimen subsidiado de la seguridad social.
Vamos a eliminar
todas las barreras que sean necesarias, hasta lograr el acceso universal y
gratuito a la salud. Y debemos hacerlo juntos, como una decisión responsable y
solidaria, conscientes de que solo garantizando los derechos fundamentales de
toda la población, lograremos construir el país próspero que deseamos.
Desde ahora
anunciamos que progresivamente se eliminarán los cobros directos a los
pacientes en los hospitales públicos. Nuestro horizonte es que ninguna persona
se vea privada de atención en los servicios públicos, por carecer de recursos.
Al iniciar el año
2013 crearemos un Fondo para Gastos Catastróficos en Salud, que contribuya a
disminuir el impacto negativo de los gastos no cubiertos por el Seguro Familiar
de Salud.
Vamos a erradicar la
escena cruel de una familia arruinada por la enfermedad de uno de sus miembros,
o la de un familiar que no puede recibir tratamiento por falta de recursos.
Además, impulsaremos
un programa de acceso universal a medicamentos de calidad, con tres
componentes:
Las Farmacias del
pueblo, El programa para enfermos crónicos, y un Programa de alianzas
público-privadas.
Durante el año 2013
pondremos en funcionamiento las nuevas Farmacias del Pueblo que sean requeridas
para alcanzar la meta de tener, al menos, una en cada municipio.
Desarrollaremos la
Red Única de Servicios Públicos de Salud, para fortalecer la oferta de
servicios y eliminar duplicidades y costos administrativos.
Impulsaremos un
agresivo programa de calidad en nuestros hospitales, e impulsaremos la
descentralización. Además, la red de Atención Primaria, será transformada
progresivamente en un modelo de Salud Familiar y Comunitaria, con mayor
capacidad de resolución.
También hemos
definido como prioridad el desarrollo de un sistema de urgencias de salud que
será parte, a su vez, de un sistema integral de respuesta ante emergencias, en
el que también trabajarán de forma coordinada los cuerpos de seguridad y el
órgano judicial, entre otras instancias.
Honorables
Asambleístas e Invitados,
La mortalidad
materna y la mortalidad infantil, no obstante los grandes esfuerzos y logros de
la administración anterior, por los cuales merecen nuestro reconocimiento,
continúan siendo un reto nacional.
Desde hoy anuncio mi
firme decisión de hacer frente a esta situación y de convertirla en una
prioridad fundamental para nuestro sistema de salud.
Nos comprometemos a
lograr que en 2015, la tasa de mortalidad materna haya descendido por lo menos
a 50 por cada 100,000 nacidos vivos, y nuestra mortalidad en menores de un año
será menor de 15 por mil nacidos vivos.
De la misma forma,
impulsaremos el desarrollo y transformación de nuestro sistema de pensiones,
con el objetivo de garantizar un retiro digno a nuestros mayores.
Y lo vamos a hacer,
porque creo firmemente que es en acciones como ésta que una sociedad muestra
sus verdaderos valores humanistas. Una sociedad con valores, una sociedad
que ama y respeta a cada hombre y mujer de esta Patria no puede condenar a la
indigencia y al desamparo, a sus envejecientes. No lo permitiremos, tienen mi
compromiso de que así será.
Daremos inicio a las
pensiones solidarias, aplicaremos un nuevo marco legal para las pensiones de
reparto y propiciaremos la adecuada inversión de los Fondos de Pensiones, para
beneficio de sus afiliados y de toda la sociedad.
Queridas
Dominicanas,
Vuelvo a dirigirme
ahora a todas ustedes para reafirmar las palabras que dije tantas veces durante
mi campaña: Las mujeres tendrán un papel muy relevante en mi gobierno, el papel
que les corresponde por derecho y que considero una obligación moral
garantizarles. La equidad de género será un eje transversal presente en todas
nuestras políticas.
Pero además estoy
decidido a poner en marcha una serie de medidas dirigidas, específicamente, a
mejorar las condiciones de vida de las mujeres y el respeto a sus derechos.
Paralelamente, vamos
a desarrollar esfuerzos por la equidad de género y por la conciliación
familiar, para facilitar el acceso de las mujeres a la vida laboral, sin
renunciar a la crianza de los hijos.
Igualmente, asumimos
la responsabilidad de desarrollar un esfuerzo integral para erradicar esa
horrible lacra que nos avergüenza, que es la violencia familiar y de género.
Nuestra respuesta
ante estos abusos es muy clara: Tolerancia Cero. Y ya hemos delineado planes
integrales destinados a combatir este flagelo.
Implementaremos una
respuesta coordinada del Estado en contra de la violencia de género y de la
delincuencia juvenil: El programa “Vive mujer” instalará unidades de atención a
las víctimas incluyendo guarderías para niños/as y adolescentes.
Además, se creará un
cuerpo especializado para la protección y seguimiento de las víctimas.
Reforzaremos las acciones de represión y sanción de los delitos de agresión,
así como los sistemas de información que permitan monitorear y evaluar las
intervenciones, además de reforzar las políticas y estrategias.
Ampliaremos los
hogares, los centros de acogida y los programas de consejería para hombres
agresores. Promoveremos la vida solidaria y la hombría responsable en el
sistema educativo y propiciaremos el involucramiento comunitario en la
prevención de la violencia familiar.
Amigas y Amigos,
No puedo dejar de
hablarles de uno de los asuntos que más preocupa a nuestra población y que, sin
duda, será tratado con la máxima responsabilidad y dedicación, por nuestro
gobierno desde el primer día.
Me refiero a la
Seguridad Ciudadana.
En este acto solemne
quiero reiterar una vez más mi firme compromiso con la vida y la seguridad de
nuestros hombres y mujeres.
No quiero un pueblo
con miedo de salir a las calles, no quiero más jóvenes que pierdan la vida, ni
más hogares destruidos por la violencia.
Y para lograrlo, en
primer lugar, impulsaremos la Reforma Integral de la Policía Nacional, bajo el
liderazgo del Ministerio de Interior y Policía.
Quiero una nueva
policía para nuestro país, una policía moderna, en la que se respete el
escalafón y el mérito.
Mejoraremos los
salarios y los servicios de seguridad social a nuestros agentes, tal como les
prometí durante la campaña. Les dotaremos de mejor equipamiento y
transformaremos la academia, con formación continua y especializada, que
permita a nuestros cuerpos de policía, dar una mejor respuesta a los
ciudadanos.
Respaldaremos el
recién creado Observatorio de Seguridad Ciudadana, como centro de recepción de
información, para construir un mapa de la criminalidad en el país, y asumir
acciones preventivas.
Desarrollaremos el
programa “Vivir tranquilo”, para fortalecer los mecanismos de vigilancia
policial en barrios de altos índices de conflictividad.
Este programa será
acompañado de iniciativas de desarrollo local específico en materia de
urbanismo, deporte, generación de empleos, asistencia social y educación,
porque nuestro objetivo es hacer frente a la inseguridad desde un enfoque
integral.
En los próximos
meses, estaremos anunciando al país los detalles del funcionamiento del sistema
integral de emergencias 911 destinado a proteger y asistir de manera efectiva a
la población en todo tipo de situaciones de emergencia, ya sea por actos
criminales, problemas de salud, incendios u otras causas.
Crearemos una
central que atienda de forma rápida y efectiva cualquier emergencia. Vamos a
darle a la población el servicio y la atención que merecen y, de esa forma,
lograremos restablecer su confianza en las instituciones públicas.
Estoy decidido a
ponerle fin a la impunidad en nuestro país, mediante la lucha decidida contra
la criminalidad y la corrupción.
Respeto
profundamente la autonomía del poder judicial.
Y desde ese respeto,
promoveré en todas las instancias la cultura de la legalidad y la
transparencia.
Vamos a fortalecer
las capacidades del Ministerio Público en todo el territorio, tecnificando la
investigación penal y la persecución del delito.
Además, en los
próximos días pondremos en marcha la Dirección Nacional de Ética e Integridad
Gubernamental, que sustituirá a la Comisión Nacional de Ética y Combate a
la Corrupción.
Será el órgano
responsable de fomentar los comportamientos éticos e íntegros en la
Administración Pública. Tendrá potestad para investigar las denuncias de
corrupción por el solo rumor público, citar, interrogar, requerir informaciones
a entidades públicas y privadas y aplicar sanciones disciplinarias, sin
perjuicio de las que correspondan al Régimen Ético y Disciplinario de la
Función Pública y a la Cámara de Cuentas.
Además, esta
instancia supervisará que los órganos con competencias en las acciones
investigadas actúen con rapidez.
Hoy, quiero hacer
especial énfasis en este anuncio, ponemos también en vigencia el Código de
Pautas Éticas, que contribuirá a desarrollar y fortalecer el gobierno ético y
moral que he prometido.
Un Código de Ética
que suscribirán todos los servidores públicos al momento de ser
designados en altos cargos, donde cada designado o designada asumirá
un compromiso ante mí y ante la Sociedad Dominicana, a través del cual se
establecen las normas básicas de comportamiento que aceptarán
cumplir por el solo hecho de ser designados.
El primero en
suscribir este Código seré yo, como muestra de mi firme compromiso con el
pueblo dominicano.
Señoras y Señores,
Vamos a generar al
menos 400,000 nuevos puestos de trabajo digno en los próximos 4 años, porque la
generación de empleo digno será un eje fundamental del nuevo modelo de
desarrollo.
Esa es una meta
clave para avanzar hacia una nueva era de crecimiento económico y calidad de
vida. Haremos de nuestra economía una máquina para generar puestos de
trabajo dignos. Tecnología, financiamiento y mercados son las principales
estrategias que aplicaremos, junto al fortalecimiento del clima de negocios.
Hemos diseñado
estrategias que combinan el fortalecimiento de nuestro aparato
productivo, el fortalecimiento de las capacidades de asociación y la creación
de poderosos estímulos al emprendimiento y autoempleo.
Defenderemos la
calidad de vida de las clases medias, manteniendo contenida la inflación y el
costo de la vida y desarrollaremos servicios básicos de calidad, facilitando
así la adquisición de viviendas en condiciones accesibles de financiamiento.
Las familias de
clase media, deben saber que el Gobierno será su aliado, que
respaldaremos sus esfuerzos por mejorar su calidad de vida y defenderemos su
capacidad de producción y de consumo.
Quiero ahora
dirigirme especialmente a los jóvenes, a aquellos que también unieron sus
esperanzas a las mías y me eligieron como Presidente y a los muchos que
prefirieron no votar y que desconfían de toda la clase política.
A esa juventud que
siente y vibra por su país, que mira con indignación y frustración su título
universitario, sin conseguir un empleo, que deambula hasta la fatiga, sin
conseguir quien confíe en su buena idea de negocio y esté dispuesto a
financiarla.
A ti, joven, que con
razón te irritas ante la falta de oportunidades y que día a día te planteas la
necesidad de un país más justo y de una institucionalidad pública más
transparente y comprometida con servir al país.
A ti te digo, que es
hora de movilizarse, de hacer de esa indignación una fuerza positiva.
De darle una
oportunidad a tus ideas y a tus esperanzas porque, a partir de hoy, el gobierno
será aliado de tus emprendimientos e iniciativas, el gobierno estará de tu
lado, para acompañarte y apoyarte. Los invito a ser protagonistas, actores
principales de la emoción de empujar nuestro país, hacia un nivel mayor y mejor
de desarrollo.
Joven, nuestro país
te va a ofrecer oportunidades para conseguir un puesto de trabajo, una
trinchera desde donde puedes pelear con tus mejores energías, a favor de todas
tus ideas. Te invito a renovar la esperanza. Joven dominicano, tu futuro está
en nuestro país.
Mi compromiso es
ofrecerte la oportunidad de comenzar y avanzar en la vida con seguridad,
libertad, trabajo y realización personal. Vamos a construir juntos un país de
oportunidades.
Dominicanos y
Dominicanas,
Estoy decidido a que
este gobierno haga historia por ser el gobierno que transformó e impulsó la
mayor fuerza creadora de empleo de nuestro país, que no es otra que las
micros, pequeñas y medianas empresas. En ese sentido, presentaremos en lo inmediato
ante las Cámaras Legislativas el anteproyecto de ley que transformará el
Ministerio de Industria y Comercio en un Ministerio de Industria,
Comercio y Pymes.
Como parte del nuevo
Ministerio se creará también la Dirección Nacional de PYMES, con el único propósito
de implementar, en los próximos días, el Programa Integral de apoyo a las PYMES
(MASPYMES) para el cual nos disponemos asignar, con el apoyo de la Unión
Europea, mil millones de pesos (RD$1,000,000,000) de forma gradual.
Este programa tendrá
presencia nacional, a través de una ventanilla virtual en la Red, pero además,
presencia física en las 7 regiones productivas del país.
Así, pretendemos dar
apoyo integral a todas las pymes nacionales.
El programa
contempla asistir a más de 15 mil pequeños y medianos empresarios en los
próximos 36 meses, apoyándolos con ayuda técnica y asesoramiento en materia de
acceso a la información, mejora de la productividad, calidad, ahorro
energético, mejora de procesos, innovación, exportación y uso de tecnología.
Además, en las
próximas semanas iniciaremos un programa nacional masivo para simplificar la
formalización legal de las micro y pequeñas empresas, basado en un sistema de
ventanilla única que centralice todos los procedimientos requeridos en un solo
paso y a bajos costos.
Crearemos las
condiciones necesarias, para que las Pymes se aprovechen de los beneficios que
les ofrece la Ley de Compras y Contrataciones Públicas, para que éstas, sean
suplidoras importantes del Estado y de las grandes empresas. Para ello, en los
próximos días, estaremos promulgando un decreto que modifica el reglamento de
compras y contrataciones.
Estas iniciativas,
por supuesto, irán acompañadas también por medidas destinadas a garantizar el
financiamiento de este sector, que ha sido siempre su gran talón de
Aquiles.
Para dar respuesta a
esta necesidad, el Banco de Reservas pondrá en marcha diferentes instrumentos
financieros.
En primer lugar,
destinará cuatro mil millones de pesos (RD$4,000 millones) a las PYMES, con una
cartera inicial de RD$1,000 millones, que será incrementada conforme a la
evolución de la demanda de créditos.
Por otra parte, se
creará un Fondo de asistencia Financiera a las Microfinanzas, en el que
Banreservas aportará RD$300 millones y el Gobierno aportará la misma cantidad.
Con esta suma se
concederán inicialmente 45,000 operaciones crediticias, tomando en cuenta que
el monto promedio de microcrédito en República Dominicana oscila los RD$15,000.
Paralelamente,
iniciaremos el programa Banca Solidaria dentro de corto tiempo, con recursos
frescos para destinarlos a las familias pobres, especialmente a las mujeres
jefas de hogar, con bajas tasas de interés.
Este programa
persigue afianzar la inclusión financiera y al sistema productivo, que
provocará una democratización del derecho al crédito, y la creación de capital
social utilizando la metodología de grupos solidarios.
El banco
iniciará con un capital de mil millones de pesos (RD$1,000,000,000), y en
su primer año de operación se proyecta beneficiar a 75 mil
personas.
Señoras y Señores,
Como sostuve
siempre, el turismo será la locomotora del desarrollo nacional.
La meta de 10
millones de turistas al año es el objetivo principal que debemos alcanzar en la
próxima década, mediante la ejecución de los programas y proyectos que hemos
considerado prioritarios.
La legislación
existente será adaptada a la realidad de los planes de desarrollo del gobierno
y a la competencia regional. Crearemos las facilidades para atraer una nueva
oleada de inversiones en el sector, al tiempo que canalizaremos nuevas
opciones de financiamiento para estimular la inversión privada en la industria
turística.
Más allá de la
oferta de sol y playa tomaremos decisiones firmes para desarrollar en la
práctica el concepto de multi-destino con amplia diversidad, incluyendo turismo
comunitario, ecológico, de aventura, cultural, y otros, para lo cual, los
ministerios de Turismo, Medio Ambiente y Cultura, entre otros, desarrollarán
políticas conjuntas, articuladas con proyectos de desarrollo local.
Además, seguiremos
desarrollando nuestra marca país, con un agresivo plan de mercadeo y,
paralelamente, reforzaremos los mecanismos de seguridad en el sector.
Incentivaremos la
Industria de Cruceros, desarrollando los proyectos que atraerán este mercado,
con la finalidad de convertir a la República Dominicana en una opción de Puerto
Madre (Home Port) del Caribe.
Dominicanos y
Dominicanas que viven en el campo,
También nuestro
sector agropecuario vivirá un renacer, porque estamos decididos a resolver
problemas estructurales que les afectan, como el financiamiento, los seguros
agrícolas y la propiedad de la tierra.
En primer lugar,
impulsaremos el programa más ambicioso de titulación de tierras de la Historia
de nuestro país, porque sabemos que ese es el mejor estímulo a la producción
que podemos darle a nuestros campesinos.
Para lograrlo,
anuncio hoy la introducción al Congreso Nacional del proyecto de ley que
establece la Estrategia Nacional de Titulación de Inmuebles y crea la Oficina
Nacional de Registro Inmobiliario.
Así, habilitaremos
nuevas figuras para que los particulares puedan acceder al título con seguridad
y mayor facilidad, de modo que la titulación definitiva de la vivienda y de la
propiedad rural, sea un hecho en la República Dominicana.
Nuestra meta es
alcanzar 150,000 nuevos inmuebles titulados en 4 años, para anular el fenómeno
de la extralegalidad en 12 años.
Paralelamente,
apoyaremos a nuestro sector agropecuario garantizando el acceso al crédito,
facilitando fondos a través de la banca privada y de un Banco Agrícola renovado
y fortalecido.
En cumplimiento de
nuestra promesa de campaña, gestionaremos un aval del equivalente en pesos de
mil millones de dólares (US$1,000,000,000) para asegurar el financiamiento al
sector agropecuario, a través del sistema financiero formal e impulsar la
reconversión productiva en las áreas que sean requeridas.
Además, reforzaremos
el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) con el fin de
canalizar crédito solidario blando para las pequeñas y medianas empresas
familiares de origen agropecuario.
Esto nos permitirá
fortalecer la economía familiar campesina, así como asegurar el autoconsumo y
la generación de ingresos a las familias más vulnerables de la zona rural.
Adicionalmente,
pondremos en vigencia la ley que crea el Sistema de Seguro Agropecuario de
forma inmediata, mediante un aporte inicial del Estado de cien millones
(RD$100,000,000).
Señoras y Señores,
Estoy decidido a
hacer de la inversión pública un pilar del desarrollo, además de un ejemplo de
transparencia y eficiencia.
Y para lograrlo
priorizaremos, como nunca antes, aquellas inversiones que contribuyan a
impulsar el desarrollo en las zonas más deprimidas del país. Me refiero a áreas
como la electrificación rural, proyectos de agua y saneamiento o
infraestructuras vinculadas a proyectos de desarrollo local.
Iniciativas que,
además de permitir llevar el progreso a todos los rincones de nuestra
geografía, nos permitirán crear miles de puestos de trabajo.
Nos proponemos
concluir la construcción de todas las escuelas y establecimientos hospitalarios
que están aún sin terminar, con el propósito de entregarlos a las comunidades.
Y, además, dotaremos a todas las escuelas del Estado que sean posibles de un
comedor para nuestros niños.
De la misma forma,
daremos un impulso sin precedentes a la construcción de viviendas populares.
Vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para reducir el déficit
habitacional, que aún sufre nuestro país.
Quiero que las
grandes mayorías populares de nuestro país tengan acceso a un hogar digno en el
que puedan vivir felices y ver crecer a sus hijos.
En forma
determinante, iniciaremos el mejoramiento y dignificación de las áreas más
vulnerables a nivel nacional y, paralelamente, facilitaremos el acceso a la
vivienda a las clases con ingresos bajos, medios bajos y medios.
Asimismo, crearemos programas especiales de viviendas en beneficio de los
servidores públicos.
Y si hablamos de
infraestructuras, por supuesto, no puedo dejar de lado un tema crucial para
nuestro país, que ya mencioné anteriormente y que necesita de una solución
definitiva.
Me refiero al sector
eléctrico.
Sin electricidad no
hay desarrollo, es así de sencillo.
Parece mentira, que
en la segunda década del siglo XXI tengamos que decirlo, y lo cierto es que no
podemos esperar más para encarar con voluntad definitiva este problema.
Por eso, he decidido
declarar al sector eléctrico de “Alta y Estratégica Prioridad para el
Desarrollo Económico Nacional”.
Este gobierno tiene
la determinación de trabajar en tres frentes fundamentales que requieren de una
solución definitiva para poner fin ha la siempre y eterna crisis eléctrica:
En primer lugar, las
altas pérdidas en las empresas distribuidoras, en segundo, la generación de
bajo costo y por último, pero no menos importante, la regulación e
institucionalidad del sector.
Nos proponemos
firmar un pacto de largo plazo y cambiar radicalmente el esquema actual del
subsidio.
En los sectores de
menores ingresos crearemos cooperativas eléctricas para la comercialización de
la electricidad y mantendremos el subsidio del Bonoluz focalizado solo para los
estratos más desposeídos y hasta un máximo de 100 kWh/mes, utilizando para ello
medidores prepago, para que los usuarios puedan comprar, al igual que lo hacen
con el celular, la cantidad de energía que requieran.
En una segunda etapa
de reformas, y siempre preservando el Estado la propiedad de las Empresas
Distribuidoras, cuando se estime necesario, concesionaremos al sector privado
la actividad de comercialización y subcontrataremos la instalación de
contadores tele-medidos y un sistema de control, que permita detectar con
precisión donde se producen las pérdidas.
Esta opción, ya está
funcionando actualmente con bastante éxito en seis circuitos con un total de
30,000 usuarios, tanto en Edenorte como en Edesur.
Paralelamente,
seguiremos mejorando las redes de distribución, dando prioridad a aquellas que
se encuentran en condiciones de alto riesgo para la población.
Seguiremos
modificando la matriz energética con el ingreso al sistema en el mediano plazo
de 1,000 a 1,500 megavatios nuevos de bajo costo y de menor impacto ambiental,
reduciendo la dependencia de combustibles altamente contaminantes y con precios
sumamente volátiles.
Es tal la
importancia estratégica que adjudicamos a esta área, que crearemos el
Ministerio de Energía y Minas, como órgano encargado de la formulación,
evaluación y control de las políticas estratégicas del sector energético de
nuestro país.
Comenzaremos así a
resolver nuestro tema eléctrico, con la firme decisión de sentar bases
duraderas para solucionarlo definitivamente.
El siglo XXI no se
detendrá por nosotros. Así que: compatriotas, ¡manos a la obra!
En materia de medio
ambiente y recursos naturales, la meta principal será lograr que el agua sea
clave para el crecimiento sostenible y el combate a la pobreza, y que sea
fuente de vida y prosperidad.
Para esto,
utilizaremos el sistema de Gestión de Cuencas Hidrográficas como eje central en
el manejo sostenible de las tierras.
La política
ambiental estará cimentada en los siguientes programas: Agua, Biodiversidad,
Bosque, Calidad de Vida Urbana, Adaptación al Cambio Climático y Producción Más
Limpia, Mercados Verdes, y Sostenibilidad de los Procesos Productivos.
Pero también
propiciaremos, a través del Congreso, la aprobación de los anteproyectos de
leyes de agua, saneamiento, recursos forestales, biodiversidad, seguridad de la
biotecnología y pago o compensación por servicios ambientales.
Quisiera
ahora, aquí en este momento, frente a nuestros ilustres invitados, dignatarios y
representantes de países hermanos, a quienes agradezco una vez más su
presencia, hablar brevemente sobre nuestras prioridades en materia de política
exterior.
Ante ellos
reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de relaciones
internacionales de respeto y beneficio mutuo. Somos amantes de la paz y
promovemos la solidaridad, la tolerancia y el respeto a la diversidad, así como
el derecho de todo pueblo a elegir y conducir su propio destino.
Valoramos y
acompañaremos los esfuerzos de integración de América Latina, así como las
alianzas y Pactos inter-regionales, que no significan simples acuerdos
económicos, sino un verdadero esfuerzo de integración cultural y política.
Ya la historia nos
está enseñando con claridad que integración es la palabra de los tiempos
presentes y futuros. Por eso también, asumiremos y respetaremos los compromisos
internacionales de nuestro país y agradecemos la cooperación solidaria que nos
brindan.
Esta etapa global de
la historia humana exige que nosotros superemos nuestra insularidad con una
firme voluntad política y sigamos, por tanto, consolidando nuestra política
exterior como herramienta clave para el desarrollo.
Nuestra política
comercial, nuestra política de atracción de inversiones turística y cultural se
sentirá en todo el mundo.
Como prometimos en
la campaña, nuestros recursos humanos en el servicio exterior habrán de
convertirse en agentes de oportunidades para todas las áreas enunciadas.
Esto conlleva una
reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores que incluya la
institucionalización, profesionalización y racionalización del servicio
exterior dominicano.
Merece especial
atención para nosotros la relación armoniosa con nuestro vecino país Haití, con
quien trabajaremos de inmediato en el inicio de la propuesta para la firma de
un acuerdo de libre comercio.
No podemos olvidar
que se trata de nuestro segundo socio comercial más importante.
En un sólo día de
actividad comercial binacional, en la frontera de República Dominicana y Haití,
se movilizan más mercancías que en todo un año de exportaciones a
Centroamérica.
Por tanto, es
necesario eliminar las condiciones anárquicas de este intercambio comercial
entre nuestros países, creando puntos fronterizos modernos, seguros, y confiables.
No tengo dudas de
que esta política traerá muchos beneficios para nuestros micros, pequeños y
medianos empresarios, así como también a los trabajadores y trabajadoras
haitianos y dominicanos. En definitiva, servirá al progreso de toda nuestra
querida isla.
Paralelamente, me
comprometo a crear una política migratoria clara y transparente, respetuosa de
los Convenios Internacionales suscritos por la República Dominicana en materia
de Derechos Humanos y Derechos de los migrantes y sus familiares.
Implementaremos la
reglamentación de la Ley de Migración, aprobada en el año 2012, y el Plan
Nacional contra la Trata de Personas y el Tráfico ilícito de Migrantes.
Perseguiremos sin
descanso los hechos de corrupción de funcionarios y militares responsables de aplicar
las medidas migratorias y aplicaremos todo el peso de la ley a quienes sean
encontrados responsables de trata y tráfico de personas.
Hermanos dominicanos
que viven en el exterior, pueden estar seguros, yo también seré su Presidente y
velaré por sus necesidades.
Crearemos el
Instituto de los Dominicanos en el Exterior, tal como lo prometí en campaña,
para estar más cerca de las necesidades de nuestros compatriotas residentes
fuera de nuestro territorio.
Honorables
asambleístas, distinguidos invitados, pueblo dominicano,
Hemos delineado las
líneas maestras de la que será nuestra gestión de gobierno.
El grito de
Capotillo resuena nuevamente llamando a una ciudadanía activa y protagónica a
la construcción de una sociedad más justa y mejor.
No queda más que
decir. Solamente invitarlos al esfuerzo compartido que hoy iniciamos.
¡Manos a la obra,
compatriotas!
Vamos a fortalecer
la institucionalidad democrática.
Vamos, juntos, a
pensar a nuestro país en grande, del tamaño de nuestros sueños como pueblo, del
tamaño de la esperanza, del tamaño de nuestras potencialidades y de nuestras
capacidades.
Que el pueblo
dominicano diga conmigo: ¡Manos a la obra!
Que lo expresen los
grandes, medianos y pequeños empresarios, los obreros, los profesionales, los
chiriperos, los motoconchistas, las madres y padres de familia, que lo digan
los agricultores, los jóvenes, las mujeres, todos y todas, hasta los niños,
cuya tarea es estudiar, jugar y ser felices.
¡Pongámonos todos
juntos manos a la obra!
Sepan que tendrán en
nosotros a un Presidente, que pondrá en marcha las políticas de Estado que
ustedes, dominicanos y dominicanas, están esperando.
No vengo a
administrar simplemente el país, vengo a darle otro nuevo y fuerte impulso al
progreso y la inclusión social.
No voy a negociar
con la mediocridad, no voy a negociar con los deshonestos, no voy a negociar
con el desgano.
El pueblo dominicano
me ha dado una gran responsabilidad.
La responsabilidad
de dar respuesta al deseo de cambio y de renovación, que late en sus corazones.
Yo no traicionaré
esa aspiración. Yo, hoy más que nunca se lo digo, en la solemnidad de este acto
de juramentación, vengo a hacer lo que nunca se ha hecho.
Dios es testigo de
mi sinceridad.
Mi guía será aquella
frase del Evangelio: “Por sus frutos los conoceréis”.
Por eso, desde
ahora, hablarán los hechos.
Hoy comienza el
lenguaje de las transformaciones tan esperadas y de las realizaciones
concretas. Pongamos lo mejor de nosotros para concretar los sueños y
aspiraciones, no sólo de las generaciones presentes, sino también, de las que
vienen detrás.
¡Que viva la
República Dominicana!
¡Que vivan los
Padres de la Patria!
¡Que vivan los
Restauradores!
Que la Divina
Providencia nos ilumine.
¡Muchas gracias!
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