Por: Andres Amaury Bello Cuevas.
Cada día nuestro país, en especial la metrópolis se
congestiona de manera asombrosa; pero esto no solo es por el parque vehicular
que tenemos, que es bastante numeroso, sino además por la falta de educación vial
de nuestros chóferes y conductores, ya no solo por las famosas “voladoras”,
sino también por la falta de educación que manifestamos al conducir un vehículo
de motor, o por la ausencia de conocimiento de los peatones al cruzar una vía.
Al llegar a la casa, exhausto después de mi
jornada de trabajo me dispuse a compartir con ustedes esta reflexión tan
sencilla, la valoración que tenemos con relación a un instrumento regulador del
tránsito vehicular y peatonal: EL SEMÁFORO.
El semáforo, no es más que un dispositivo de señalización
luminoso para regular el tráfico en las vías públicas; consta generalmente de
tres luces dispuesta una encima de la otra: la luz roja indica prohibición de
pasar, la amarilla indica la inminencia de prohibición de paso y la verde, que
se puede pasar.
Si esto es tan sencillo de asimilar, porque somos
tan indolentes y desaprensivos que no podemos
asimilar la utilidad de esta herramienta, indispensable para la regulación del tránsito
vehicular y peatonal.
Respetemos las señalizaciones de transito y
demostremos que somos buenos ciudadano, no importa la clase social a la que
pertenezcamos…vamos a empezar a hacer lo que nunca se ha hecho…ser cada día mejores ciudadanos y ciudadana.
Volveremos sobre el tema…